Nigromante...

Suerte, inmensa
y vacía
eres tu, rueda inestable
manteniéndote mala
la salud es vana
siempre se puede perder;
cubierta de sombras
y de velos
también a mi me brillas;
ahora en el juego,
la espalda desnuda
llevo, por tu villanía.


La suerte de la salud
y de la virtud
me es ahora contraria;
está conduciendo
y lastrando
siempre como mensajera.
En esta hora,
sin tardanza,
amarrense las cintas con el corazón,
porque por la fortuna
derriba al fuerte,
lloren todos conmigo...



C.B.